La Tierra de Torrijos es una comarca natural que se extiende entre los ríos Alberche y Guadarrama, al norte del Tajo. Es una zona donde predominan las arcillas, arenas, margas y yesos. En ella destacan las actividades agrícolas, especialmente la vitivinicultura. Estas labores, unidad a las peculiaridades de sus suelos y clima, condujeron a la necesidad de realizar estancias y conductos subterráneos con diferentes funciones: bodegas, despensas, fresqueras o viajes de agua, entre otros.
La construcción de estos elementos, mediante excavaciones en el terreno y refuerzos de ladrillo, se ha llevado a cabo, al menos, desde la Edad Media y nos ha dejado en la actualidad una de las muestras más singulares de arquitectura tradicional de Castilla-La Mancha, un patrimonio cultural que hemos de conocer y proteger.